Mi falta de memoria agudiza mi escepticismo y confirma mis certezas, por esa razón a cada momento voy creyendo y esperando. Porque al final vivo como en el desasosiego fundamental de Pessoa: indiferente a lo divino y menospreciando lo humano, entregada a la sensación sin propósito… En la dulce itinerancia.
...el sitio de la itinerancia
martes
lunes
Suscribirse a:
Entradas (Atom)